viernes, 15 de abril de 2011

Una Politica Sociolaboral para la Ciudad Vieja de La Coruña

Utilizamos la palabra política” para aludir a una tendencia o línea de actuación asumida por entes particulares, por lo que podemos afirmar que las PSLB se integran dentro de un gran grupo de políticas que se califican como públicas, esto es, un conjunto de acciones desarrollado por una autoridad pública.
Podemos definir política pública, como todo aquello que los gobiernos deciden hacer o no hacer. Las PSLB son políticas públicas porque agrupan conjuntos de decisiones emanadas de los poderes públicos en orden a la consecución de unos determinados objetivos.
La realidad muestra una interrelación entre lo público y lo privado, y no sólo los gobiernos o las autoridades públicas pueden dar lugar al origen o modificación de una política pública, sino que también los sujetos privados, la sociedad, puede obligar a que éstas aparezcan y se desarrollen.
Según el ámbito para el que vaya a adoptarse una concreta política, corresponderá su adopción y puesta en marcha a diversas autoridades públicas (internacionales, nacionales, regionales, o locales),
Pero no debemos confundirnos e interpretar que todas las políticas sociales y todas las laborales, son PSLB, sino que lo son aquellas que simultáneamente pertenecen a ambas categorías. El termino sociolaboral no debe disgregarse en dos partes sin ningún tipo de conexión, sino que, justamente, la materia sociolaboral engloba e integra aquellos puntos de unión entre lo social y lo laboral, al tiempo que desprecia otras parcelas sociales pero no laborales o laborales pero no sociales.
Las PSLB son, por su propia naturaleza, eminentemente heterogéneas al encontrarse fuertemente condicionadas por el tiempo y el espacio en el que se desarrollan. Lo que no impide que entre las diversas PSLB simultaneas existan coincidencias fundamentales, como:
·         Modernidad, las políticas públicas, en general, son un fenómeno reciente, ya que no se identifican como tales sino hasta el siglo XIX. Las PSLB son aun más jóvenes, tras la II G.M. mitad del s.XX.
·         Temporalidad, no nacen con una finalidad de perpetuar su vigencia en el tiempo, sino todo lo contrario, surgen para ser aplicadas en un época concreta. Las principales razones para esa temporalidad son tres:
·         Las circunstancias en las que se deben desarrollar son sumamente dinámicas, lo que obliga a un continuo cambio de medidas si se pretende que las mismas sean plenamente eficaces.
·         Su vinculación presupuestaria, ya que la financiación de dichas políticas dependen de los presupuestos públicos que son de carácter anual.
·         Si bien cabe que un gobierno asuma un compromiso plurianual para ejecutar una determinada política, difícilmente dichos compromisos pueden ir mas allá de una legislatura, al término de la cual se produce la renovación del gobierno.
·         Virtualidad inmediata, las medidas que ella comporta suelen aplicarse de modo directo, existiendo inmediatez entre la toma de decisión y la puesta en practica de la misma.
·         Eficacia difícilmente medible, su éxito o su fracaso resulta normalmente discutible, los concretos efectos de su aplicación no son siempre demostrables.
·         Concurrencia competencial, son elaboradas por diversos poderes públicos, lo que aumenta notablemente el riesgo de que las políticas resulten discordantes.
·         Heterogeneidad, hace referencia a sus contenidos. La variedad de contenidos se aprecia teniendo en cuenta que pueden adoptarse PSLB desde otras clases de políticas publicas.
·         Interconexión entre poderes públicos y tejido productivo, quiere decirse que con frecuencia la eficacia de una PSLB depende de que se articule una actividad complementaria, a través de empresas, ONG o asociaciones.
·         Sectorialización, cada día se observa una mayor especialización dedicando su atención a colectivos más concretos.

En este trabajo, vamos a centrarnos en desarrollar una PSLB dedicada a  Política de empleo, que comprende el conjunto de medidas de los poderes públicos que tienen por objeto el acceso y permanencia en el empleo, así como la protección frente a situaciones de desempleo. El papel central del empleo en las necesidades sociales queda patente si consideramos que a su través pueden verse satisfechas otras necesidades básicas (compra de vivienda, formación de una familia, educación de los hijos, etc.)

Definición y planteamiento de este Plan de Empleo

Este plan de empleo se basa en la redinamización social, cultural y empresarial de un barrio desfavorecido de esta ciudad,  con un alto índice de habitantes de edad avanzada, y gran cantidad de viviendas y bajos cerrados y en situación de abandono.

Por ello, este plan de traza en base a dos grandes líneas de actuación:

La primera es redinamización del tejido empresarial en base a la política municipal de redirigir la ciudad hacia un turismo de calidad,  orientado hacia un turismo de cruceros, no autóctono, que demanda una serie de servicios que, en la actualidad, no se ofrecen, como son los de hostelería especializada.

En este sentido, este Plan pretende transformar la Ciudad Vieja en un gran restaurante en el que tenga cabida diferentes restaurantes temáticos de comidas del mundo, todos ellos especializados, así como las actividades marginales indirectas que de ello se deriven ( tiendas de souvenirs, ventas de productos típicos del país que representa el restaurante, etc…)

Esto hará que la ciudad vieja vuelva a ser visitada por el turismo en general, y por los propios habitantes de esta ciudad y sus alrededores, en particular, generando una sinergia de aumento de los precios de las viviendas y de los locales, en la rehabilitación de los mismos, en la creación de puestos de trabajo, en la mejora de las infraestructuras viales y de esparcimiento, en los servicios de transporte, en los accesos al barrio, etc….


      En un segundo nivel de este Plan de empleo, se diseña la propia creación de puestos de trabajo en base a la creación de otro tipo de actividades y negocios pensados en las necesidades que actualmente demanda la zona, tales como  “guarderías para la tercera edad”, geriatricos de día, Servicios de jardinería, Servicios de atención sociosanitaria (domicilio, instituciones …),  Actividades administrativas; Servicios auxiliares (limpieza, vigilancia, etc). Comercio, transporte y actividades vinculadas a la distribución comercial, Hostelería,  Servicios de limpieza viaria, Servicio de lavandería, etc…



Historia de la Ciudad Vieja de La Coruña

La Ciudad Vieja (Cidade Vella, en gallego) es el nombre que recibe el casco antiguo de A Coruña.
Durante los siglos IX y X, los habitantes de la entonces llamada isla del Faro (península en la que se erige hoy en día la Torre de Hércules) fueron abandonando la zona debido a los constantes ataques de las flotas vikingas, y se establecieron en el área de Betanzos.
En 1208 el rey Alfonso IX refundó la ciudad  en el actual emplazamiento de la Ciudad Vieja reconstruyendo la urbe, que pasó a depender directamente del rey, libre de vasallaje al clero o a los señores feudales.
En el siglo XIV se construyeron las murallas que protegían la Ciudad Vieja, de las que todavía se conservan restos, así como tres puertas que abrían la ciudad al mar: la del Parrote, la del Clavo y la de San Miguel. También se conserva el baluarte conocido como Fortaleza Vieja, actualmente convertido en el Jardín de San Carlos.
La Ciudad Vieja de A Coruña conserva calles y plazas que hacen revivir la historia de la ciudad, así como casonas nobles y residencias como la del matrimonio Manuel Murguía y la poetisa Rosalía de Castro, situada en la calle Príncipe.



La Ciudad Vieja se hizo a la medida humana. Escenario estructurado en piedra, carpintería y vidrio que abre la casa en galerías, los "quitapesares". Casonas hidalgas alternan con las más humildes, "del remo" y de artesanos. Retícula de calles y plazas que envuelven iglesias como la de Santiago, Santa María o Santo Domingo. Ciudad de ayer, de hoy y de siempre, en la que todavía habita su "genius loci". Una especie de trasno con el que conversaron extraños aventureros, filósofos, científicos, o simples ciudadanos, como María Pita que se enfrentó a Drake, el Duque de Toscana, o Cosme de Medicis; con las aventuras de algunos prisioneros, como el marino Alejandro Malaspina, o incluso con militares o estadistas, como Porlier o Melchor de Macanaz.

La Ciudad Vieja como escaparate de La Coruña I


 Los primeros coruñeses nacieron y vivieron donde hoy se levanta la Ciudad Vieja. Sus calles han sido testigos mudos de la historia de una ciudad que se movilizó en contra de los ingleses. Fueron los mismos que pidieron a la patrona protección en contra de los asedios. Las piedras guardan, además, un rico patrimonio cultural y un buen puñado de rincones con encanto en los que perderse.  Dentro de la Ciudad Vieja sobresale, por su antigüedad y belleza, la Colegiata de Santa María (llamada también Santa María del Portal o del Mar). Es una iglesia de estilo románico tardío (ss. XII-XIII), calificada como colegiata desde 1441. Se terminó en 1302, según inscripción. Posee tres naves y un solo ábside semicircular (propio del románico gallego de s. XII); alargada modernamente hacia los pies; en su cabecera se alza una torre cuadrada y maciza; conserva un par de estatuas de una Anunciación góticas, aunque de tradición románica, y una María Magdalena policromada, de Pedro de Mena. Iglesia de Santiago (ss. XII-XIII): de tradición románica, posee una amplia nave cubierta de madera y cabecera con tres ábsides, modificada en los siglos XV y XVI. Se conservan unas ruinas pertenecientes al convento de San Francisco, fundado hacia 1214 y destruido, en parte, a mediados del siglo y XVI; reconstruido posteriormente en 1651, volvió a ser destruido por la explosión de un polvorín. Es de estilo gótico, como una sola nave, crucero y tres ábsides, pentagonal en central y cuadrados los laterales; las naves están cubiertas de madera y los ábsides por bóvedas de crucería. Destacan una gran capilla enclavada en el crucero y una interesante portada de tradición románica.
Se conservan restos de las murallas con torres ruinosas y las puertas de San Miguel (1595), del Parrote y del Clavo (1676), y las iglesias, también barrocas, de San Nicolás (siglo XVII) cuya cúpula posee balcón interior circular, y de San Jorge, obra D. A. de Andrade (1693). El palacio del Consulado (siglo XVIII) constituye una bella muestra de arquitectura civil.

La Ciudad Vieja como escaparate de La Coruña II

   
En la actualidad, al margen de los edificios nombrados y que sin duda son el extraordinario reclamo para potenciar el turismo, tenemos que indicar que existen una amplia variedad de locales de hostelería, sin especialización, por lo que, dentro de esta actuación socio laboral, se podría crear una sección específica dedicada a la puesta en funcionamiento de varios locales de Hostelería y turismo,  creando una red de locales de hostelería especializadas en la gastronomía de otros países y sobre todo la autóctona.

Para desarrollar este proyecto primeramente tendremos que realizar un estudio del tipo de turista que recibe la ciudad y posteriormente distribuir las distintas nacionalidades en las distintas calles de la Ciudad Vieja. Una vez realizada la distribución, procederemos a estudiar el modelo de fachada uniforme así como los elementos decorativos de los locales para lo que se crearía un equipo de diseñadores para dicho cometido.

Una vez decidido el diseño se pasaría a la fase de ejecución con la contratación de las empresas de albañilería, electricidad, carpintería, etc.

En relación con los locales de hostelería sería necesaria la contratación de personal especializado en la gastronomía de cada país para formar a los dueños y empleados de los locales.

Se firmarían convenios con  academias de idiomas, para la formación de los trabajadores de los negocios instalados, con el fín de que alcanzasen un nivel medio de dominio de inglés, francés, alemán, etc.

Se contratarían guías turísticas para la recepción y asesoramiento de los turistas procedentes de  los cruceros que tienen llegada a nuestro puerto, pudiendo tener sus puntos de información  en el propio puerto, en la estación de ferrocarril y en Puerta Real.
Si bien el potencial del barrio es eminente turístico, no debemos olvidar a los residentes del mismo que son ciudadanos con edades avanzadas y en muchos casos solos, por lo que las políticas de empleo irán encaminadas a utilizar el potencial del barrio, como a la atención de las personas mayores por lo que la contratación irá orientada a mujeres desempleadas, parados de larga duración, parados en peligro de exclusión social, mayores de 45 años y en general, parados de larga duración.